A escondidas, la película del bilbaino Mikel Rueda, acaba de sumar otro éxito a su imparable trayectoria tras alzarse con el premio a mejor ópera prima en el Festival de Cine Español de Nantes.

La cinta dirigida por Rueda, que llegó a las salas de cine el pasado octubre, se ha impuesto en el festival francés a otros tres títulos con los competía en la misma categoría. Se trata de 10.000 Km, la historia de amor a distancia que valió a Carlos Marques-Marcet el Goya a mejor director novel; La noche del ratón, ópera prima de David R. Losada; y Sobre la marxa (El inventor de la selva), de Jordi Morató.

“Lo de Nantes ha sido un puntazo, no nos lo esperábamos, sobre todo porque estaban las mejores películas de este año”, explicaba el cineasta a este periódico, al tiempo que se mostraba ilusionado con la “increíble” acogida que la película ha tenido en el país galo, con “las salas llenas todos los días” y muy buenas críticas. “Era la primera vez que se proyectaba al público francés y me interesaba mucho saber cómo la recibían porque la película tiene muchos tintes de cine francés, pero ha tenido muy buena acogida y este festival será un lugar que estará siempre conmigo porque cierra un ciclo que comenzó hace siete años, cuando echó a andar el proyecto de A escondidas”, añadía, visiblemente emocionado por el éxito que la cinta ha cosechado en el mercado internacional. Es el segundo largometraje de Rueda que ha logrado llegar hasta las industrias cinematográficas de Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Irlanda o Italia, y el pasado fin de semana conquistó a la ciudad gala con esta historia de amor homosexual entre Rafa e Ibrahim, dos adolescentes.

El festival de Nantes ha concedido el premio Julio Verne a Carmina y amén, la secuela dirigida por Paco León, mientras que el premio del jurado joven ha caído en manos de Magical Girl. El público ha premiado a La Isla Mínima, absoluta vencedora de los Goya y el palmarés lo completan el documental ReMine, el último movimiento obrero y el cortometraje La gran invención.

Artículo leído en Deia