Abrazos 

 

Un abrazo. Pero no uno cualquiera. Uno de esos que sólo tú sabías dar. Un abrazo verdadero, lleno de amor y verdad. Eso fue lo que me diste en Málaga, tras el primer pase público de “A escondidas”. Lloraste. Y yo lloré también.Lloré tanto como lo hago hoy. Lloré por todo lo que nos había costado llegar hasta allí; y lloro por lo vacío que me siento hoy sin ti.

 

Puede parecer absurdo. Al fin y al cabo no te conocía tanto como otros compañeros de profesión. Pero hoy, en estos días donde parece que ya nos hemos acostumbrado a perderlo todo, tu pérdida me quema por dentro. Siento que contigo se va una parte de la ilusión que me hizo querer dedicarme a esto de contar historias. Busco a mi alrededor y me cuesta encontrar una mirada como la tuya: limpia, atenta, siempre dispuesta... Dabas sentido a todo esto.

 

Pero lo mejor de todo, no es lo que hacías delante de la cámara, eso ya lo saben todos. Lo mejor, lo verdaderamente emocionante, era lo que hacías cuando no había objetivos delante. Cuando no había que aparentar. Ahí es donde brillabas como nadie. Ahí es donde me hacías sentirme especial. Donde pude confesarte tantos miedos, y donde me ayudaste tanto... tantísimo.

 

Nada de esto volverá a ser lo mismo sin ti. Nada será igual. Pero lo intentaremos. Lo intentaré. Intentarédevolver todo lo que me diste en tan poco tiempo. Intentaré abrazar a otra gente como me abrazaste tú. Lo haré porque creo que es lo que tengo que hacer. Lo haré porque es lo que aprendí de ti. Dar sin esperar nada a cambio. 

 

Gracias por tus abrazos Alex... muchas gracias. 

 

Mikel Rueda

Baleuko